jueves, 29 de septiembre de 2011

El relleu i les seues formes


 Sandra Ortega 3º C


DOCUMENTS PER A COMENTAR: 2n de BATXILLERAT.

LA NECESARIA SEGUNDA TRANSICIÓN.



Article publicat per Vicenç Navarro al diari PÚBLICO, 30 de juny de 2011

Aquest article mostra les enormes insuficiències de la democràcia espanyola, resultat d’una transició inmodélica de la dictadura a la democràcia, realitzada sota el domini de les forces conservadores que controlaven l’estat espanyol. Aquesta democràcia incompleta és la causa de les grans insuficiències de l’estat del benestar. D’aquí que siguin necessaris canvis profunds -tal com proposa el moviment dels indignats- amb l’objectiu de realitzar una segona transició que passi de la democràcia incompleta a una democràcia de major qualitat, més completa, que inclogui canvis substancials de la llei electoral, i que s’enriqueixi amb el desenvolupament de formes directes de participació ciutadana, com referèndums a tots els nivells de l’estat (central, autonòmic i municipal).

La Transición de la dictadura a la democracia en España distó mucho de ser modélica. Puede que no hubiera alternativa a la manera como se hizo. Pero llamarla modélica me parece un error, pues el resultado de aquella Transición fue una democracia muy incompleta y un bienestar muy insuficiente. Las movilizaciones ciudadanas y, muy en particular, las del movimiento obrero, forzaron el fin de la dictadura. Durante el periodo 1973-1978, España vivió las movilizaciones más extensas que hubo en el continente europeo. El número de huelgas ocurridas en nuestro país fue de cuatro a siete veces superior (según el año) al promedio de la Comunidad Europea.

                                                               
Pero aquellas movilizaciones, que fueron determinantes para terminar con aquel régimen, no fueron suficientes para que, a nivel político, hubiera una ruptura con el estado anterior, y ello a pesar de los cambios importantes que tuvieron lugar en aquel proceso, entre los cuales el más importante fue el reconocimiento de que la soberanía tenía que derivar de la voluntad popular. Por lo demás hubo una continuidad, fruto del enorme dominio que las fuerzas conservadoras, lideradas por el monarca, tuvieron sobre aquel proceso de Transición y sobre el Estado.
Una consecuencia de ello fue la Ley Electoral, que –como reconoció el expresidente Leopoldo Calvo-Sotelo, y posteriormente Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, colaborador del expresidente Suárez– discriminó deliberadamente a las izquierdas en general y al Partido Comunista (que había liderado la resistencia frente a la dictadura) en particular.

El PSOE, más tarde, aceptó esta ley que facilitaba el bipartidismo y se benefició de ello, aun cuando, al debilitar a los partidos a su izquierda debilitó a todas las izquierdas dificultando la aplicación de su programa. Aun cuando los partidos de izquierda han sumado más votos que los partidos de derechas en la mayoría de elecciones durante la democracia (2.677.061 votos en 1982; 1.460.497 en 1986; 2.174.278 en 1989; 2.014.027 en 1993; 1.250.822 en 1996; 2.152.514 en 2004 y 1.486.896 en 2008), las políticas públicas del Estado no han reflejado tales mayorías electorales, pues no se han traducido en mayorías parlamentarias.
Las consecuencias de este hecho son muchas. Una es la política fiscal regresiva del Estado español, uno de los estados de la UE-15 (el grupo de la UE con semejante nivel de desarrollo económico al nuestro) que ingresa menos recursos (una cantidad equivalente al 34% del PIB, un porcentaje mucho más bajo que el promedio de la UE-15, un 44%), con el agravante de que su dependencia en las rentas del trabajo es la más alta de la UE-15. Como consecuencia de ello, España tiene uno de los estados del bienestar menos financiados de la UE-15.

Treinta y tres años después de haber terminado la dictadura, España continúa a la cola de la UE-15 en gasto público social por habitante.
Las enormes limitaciones de la democracia en España (tanto a nivel central como autonómico) aparecen también en las escasísimas oportunidades de participación de la ciudadanía en la gobernanza del país. Los padres de la Constitución parecían tener miedo a la población, lo cual aparecía no sólo en el sesgo del sistema electoral, sino también en la exclusión de formas de participación directa de la población, tales como los referendos, tanto a nivel autonómico, como municipal (y también a nivel central, pues no es posible hacer referendos en respuesta a peticiones de la ciudadanía).


La democracia en España se limita a votar cada tantos años, delegando el poder en un estamento político que ha desarrollado un corporativismo profesional que se resiste a la democracia directa. Cuando a Artur Mas, presidente de la Generalitat de Catalunya, los indignados le preguntaron cómo podían manifestar su protesta a las políticas de recortes de gasto público social que su Gobierno estaba realizando en contra de lo que había prometido y (en contra, también, de los deseos de la mayoría de la población en Catalunya), su respuesta fue que lo expresaran en las urnas dentro de cuatro años. Sería más democrático que, tras la recogida de firmas, pudiera convocarse un referéndum en que la ciudadanía pudiera o bien refrendar o parar tales recortes, propuesta que están haciendo los indignados.


Pero en donde las limitaciones de la democracia aparecen con mayor claridad es en los medios de información de mayor difusión (tanto públicos como privados). Su carencia de diversidad ideológica, con clara discriminación a las voces críticas de izquierdas, dificulta la expresión democrática. Un claro ejemplo de ello ha sido el debate mediático sobre la respuesta a la crisis, que se ha centrado en cómo realizar los recortes de gasto público social aceptando que no hay alternativa posible a tales recortes, y ello a pesar de la evidencia existente que cuestiona la eficacia y la inevitabilidad de tales medidas. Propuestas alternativas que incluían desde la reversión de la bajada de impuestos (mayor causa del déficit estructural del Estado), hasta el establecimiento de bancas públicas que garanticen el crédito, apenas se les permitió concurrir en tales debates, y ello a pesar de que la mayoría de la ciudadanía apoyaría tales medidas (propuestas también por los indignados).


De todo lo dicho se deriva la necesidad de hacer una segunda Transición que corrija los defectos y limitaciones de la primera Transición. Es significativo que la marcha de los indignados de Barcelona del 19-J, una de las más grandes en la historia de esta ciudad, terminara con una de las canciones de la resistencia contra la dictadura, L’estaca, estableciendo una continuidad entre los que luchamos entonces para establecer una democracia y los que luchan ahora para mejorarla sustancialmente, porque la que tenemos está lejos de lo que la población desea y se merece.

 

SANTOS JULIÀ OPINIÓN

Rendir la escuela pública

SANTOS JULIÀ 25/09/2011
Dan la impresión de no saber de qué están hablando, pero lo saben demasiado bien. La presidenta y la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid han logrado exasperar con sus desplantes y ademanes autoritarios a padres, profesores y alumnos de los centros públicos. Despido en masa de profesores mal llamados interinos (en realidad, ejército industrial de reserva que llevan años presentándose y aprobando oposiciones sin obtener la plaza que desempeñan), aumento de horas lectivas, amenaza de supresión de tramos de enseñanza gratuita: parte del programa oculto del PP sobre la enseñanza pública sacado a la luz por estas intemperantes líderes madrileñas.
Por supuesto, saben de sobra qué es un interino y cuántas son las horas de jornada laboral; como saben también de qué va todo esto: infligir un daño irreparable a la escuela pública. La niña de sus ojos es, y siempre ha sido, la privada, que venía experimentando desde hace medio siglo un claro retroceso que ellas se han empleado en detener y revertir. El número total de centros públicos dedicados a enseñanzas de régimen general no universitarias (infantil, primaria, ESO, Bachillerato, FP) ascendía en Madrid a 1.235 en 1999, mientras los privados eran 809. Diez años después, en 2009, el número total de centros privados, que han experimentado una fortísima expansión en el nivel de enseñanza infantil, es 1.611, mientras los públicos se quedan en 1.573.
Esta inversión de la relación entre escuela pública y centros privados prueba bien la "gran sensibilidad hacia los problemas que afectan al sector de la enseñanza privada" mostrada por Esperanza Aguirre. Nada de extraño que la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada haya expresado con esas palabras su agradecimiento por la desgravación fiscal de gastos de enseñanza, con un máximo que ha subido este año de crisis de 500 a 900 euros, y que devuelve a los contribuyentes más de 60 millones de euros, suficientes para mantener en sus puestos a todos los interinos.
Y prueba, sobre todo, el éxito del proyecto educativo de su consejera de Educación cuando lamentaba en Italia, ante una asamblea de Comunión y Liberación, la "intromisión excesiva del Estado en la educación", y celebraba que "en esta fase de expansión de centros concertados, muchos de los proyectos nuevos estén en manos de religiosos laicos". Podía alardear la consejera, paladín de la escuela católica financiada por el Estado, que Madrid se encontraba a la cabeza de todas las regiones en el aumento de centros privados: 33% de concertados, de los que 2/3 corresponden a la escuela católica. A la gran sensibilidad de Aguirre y al proyecto educativo de Lucía Figar se debe que los alumnos madrileños de primaria y secundaria se dividan hoy por mitad entre centros públicos y privados cuando la media de España es de 69/31, la misma de Madrid hace una década.
Recuerdo bien los malos tiempos pasados, cuando cursé el bachillerato en el único instituto masculino entonces abierto en Sevilla, el San Isidoro. La casi totalidad del territorio de enseñanza secundaria estaba ocupado por una legión de órdenes y congregaciones religiosas: jesuitas, maristas, salesianos, escolapios, capuchinos, hermanos de las escuelas cristianas... Un siglo de abandono de la escuela a manos de la Iglesia, que, con el breve paréntesis de la República, solo comenzó a corregirse cuando los planes de desarrollo exigieron la elevación del nivel de escolarización. Luego, con el acuerdo de financiación de centros concertados, se estabilizó la relación entre pública y privada en una ratio aproximada de 70/30, en la espera de que aumentando la cantidad y elevando la calidad de la primera y financiando la segunda se alcanzarían porcentajes próximos a la media de la Unión Europea: 90% de escuela pública en primaria, alrededor de 86% en los dos niveles de secundaria.
Pero años de gobierno del PP han logrado que la escuela pública retroceda en Madrid hasta límites impensables hace 10 ó 15 años. Hoy resultaría imposible volver a un mapa escolar como el de Sevilla en 1950: las órdenes y congregaciones religiosas andan de capa caída. Pero Aguirre y Figar no desesperan: con el despido de miles de interinos y el bloqueo de concursos a plazas de enseñanza pública, dan un gran salto hacia la meta final: superar el listón del 70% para centros privados dejando que los públicos se hundan hasta la cota del 30%. Rendir la escuela pública a la invasión de Comunión y Liberación, kikos y demás "religiosos laicos", y no cuestiones pedagógicas: eso es lo que está hoy en juego en la Comunidad de Madrid.

El relleu i les seues formes

Joan Saval 3º C

El relleu i les segues formes

Niko Petrovic 3º C

El relleu i les segues formes

Sara Pérez Rodríguez 3º C
Andrea Gañán Oliver 4ºC

Viñeta humorística sobre la sociedad española contemporánea de la alumna Andrea Gañán de 4ºC.
Tony Almonte 4ºC

Visión sobre la situación económica y social actual del alumno de 4ºC Tony Almonte.

jueves, 22 de septiembre de 2011

IMPERI BIZANTÍ


EL IMPERIO BIZANTINO

Mientras el Imperio de Occidente se desmoronaba y los reinos germánicos se consolidaban. ¿Qué estaba pasando con el Imperio de Oriente o Bizantino?
El Imperio de Oriente continuó su desarrollo durante más de mil años con el nombre de Imperio Bizantino. Una de las razones de su supervivencia a las invasiones, fue la creación del sistema deTHEMAS. Consistía en regalar a los soldados tierras fronterizas para que las cultivasen. De esta manera, se mejoró la defensa porque los soldados protegían lo que les pertenecía.
Otro de los motivos de su supervivencia fue la sólida organización. El emperador o Basileus, concentraba todos los poderes; dirigía la administración, el ejército y era el jefe religioso. Disponía de una red de funcionarios con formación intelectual que ejecutaba sus órdenes. También poseía un cuerpo diplomático para entablar relaciones con otros pueblos.


Mosaico de la Iglesia San Vital de Rávena. Representa al emperador o Basileus Justiniano con su corte. 

Su capital era Constantinopla, la antigua Bizancio, a orillas del Mar Negro y situada en el estrecho del Bósforo. El resto del territorio del imperio, en cambio, se asentaba sobre toda la parte oriental del Mediterráneo. Su civilización era la mezcla de elementos romanos, helenísticos y cristianos.

Economía
La agricultura de régimen latifundista fue la principal fuente de riqueza. Pero los bizantinos también eran los comerciantes dominantes del Mediterráneo. Acuñaron monedas de oro que fueron el principal medio de pago en el comercio europeo durante mucho tiempo. Era un comercio de lujo; especias, seda y otros productos procedentes de Asia que eran vendidos en Occidente.

Principales rutas comerciales bizantinas

Las ciudades:
Las ciudades tenían una importancia mucho mayor que en occidente y eran las sedes de las instituciones de gobierno, del ejército y de los obispados. Eran centro también de las actividades comerciales con los talleres artesanales y los mercados. Podemos citar las famosas ferias que se organizaban en Tesalónica y en Éfeso.
Los edificios de mayor importancia eran las iglesias y las catedrales cristianas.


Santa Sofía
La principal iglesia de la ciudad de Constantinopla era Santa Sofía. Fue erigida por mandato de Justiniano. Se trata de una iglesia de planta central, coronada por una impresionante cúpula de 65 metros de altura y 31 metros de diámetro. Sus paredes estaban recubiertas de mármol y mosaicos. En el año 1453 se convirtió en mezquita tras la conquista de Constantinopla por los turcos. De ahí, los cuatro minaretes que en la actualidad rodean la iglesia.

La religión ortodoxa:
Los problemas de orden religioso eran frecuentes en el imperio bizantino, debido a que la religión formaba parte de la vida social y cultural de sus habitantes.
Una de las mayores disputas religiosas se gestó a lo largo del siglo VIII al prohibir el culto de las imágenes santas, también llamadas iconos por considerarlo idolatría. Esta confrontación recibió el nombre de querellas iconoclastas. La sociedad se dividió entre partidarios y contrarios a los iconos y finalmente, gracias a la presión de las clases más populares y de los monjes se derogó la prohibición.

"El Cristo Pantócrator" 

"Virgen de Vladimir"

Otra fractura mucho más importante y de consecuencias que han llegado hasta nuestros días es El Cisma de Oriente. Las diferencias entre el cristianismo romano y el griego llevaron a la separación definitiva en 1054 entre la iglesia católica romana, obediente al papa, y a la iglesia bizantina o iglesia ortodoxa, que reconoce el primado honorífico del patriarca de Constantinopla.
En este sentido, mencionaremos que la razón por la cual países como Rusia, Bulgaría, Rumanía, además de Grecia y Macedonia entre otros posean una población que pratica mayoritariamente la religón ortodoxa, es debida a que fueron monjes ortodoxos los que evngelizaron a los pueblos del este de Europa.

Frases curiosas sobre la historia bizantina:
Montesquieu cronista y pensador político francés que vivió en la llamada Ilustración, uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes en especial por la articulación de la teoría de la separación de poderes ,dijo sobre la historia bizantina " Es una sucesión de revueltas, cismas y traiciones".
Taine, el insigne filósofo, e historiador francés, en su discurso inaugural en La sorbona dijo a propósito del arte y la historia bizantinas: "Un pueblo de teólogos sutiles y de idiotas fanfarrones".

El arte bizantino:
El arte bizantino destaca por su brillantez en todas sus manfestaciones.

En arquitectura: Para la construcción de iglesias se utilizaron pechinas, la planta de cruz griega y el capitel cúbico . Su mejor obra fue santa Sofía de Constantinopla aunque tanbién se construyeron otras muy bellas como la iglesia de San Marcos en Venecia


Planta de cruz griega


Cúpula sobre pechinas. la cúpula se apoya sobre arcos otorgándole mayor resistencia

Exterior de la Iglesia de San Marcos, Venecia

Las iglesias se encuentran ricamente adornadas en su interior:

Interior de Santa Sofía
Interior de Santa Sofía
Interior de la iglesia de San Marcos en Venecia

En escultura: Se produjeron bellos relieves en placas de marfil (pag 271 libr arte o 264o 236) y los mosaicos recubrieron ábsides y cúpulas con lujo y color inusitado. Sirva como ejemplo la iglesia de San Vital de Rávena . En sus mosaicos podemos encontrar figuras carentes de movimiento, sin perspectiva en las que el hieratismo, la quietud y la simetría triunfan en las figuras.


"Teodora, mujer del emperador Justiniano con su corte" . Mosaico de San Vital de Rávena""Emperatriz Ariadna" Marfil del siglo VAñadir imagen
El alfabeto cirílico:

En el imperio bizantino la lengua oficial era el griego. En el siglo IX, dos monjes bizantinos, Cirilo y Metodio, evangelizaron a los pueblos de Hungría y del este de Europa. Para poder transmitirles el mensaje de los libros santos inventaron el alfabeto cirílico, que es una adaptación del alfabeto griego.
Aún hoy este alfabeto se utiliza en Rusia y en otros países de Europa Oriental.

FINAL DEL IMPERIO BIZANTINO

El final del imperio se produjo con las constantes pérdidas de territorios desde el siglo VI cuando los Lombardos le arrebataron el norte y el centro de lapenínsula Itálica y en el s VII, los Visigodos les expulsaron de Hispania. También durante los siglos VII y VIII, los musulmanes conquistaron toda la costa Mediterránea de África, así como Siria y Palestina.
A principios del siglo XV solo quedaba la ciudad de Constantinopla que fue tomada por los turcos tras un largo asedio en 1453.


CRONOLOGÍA:


395 El emperador Teodosio divide el imperio entre susu hijos

527 - 565 Reinado de Justiniano

800 - 900 Evangelización de los eslavos

1054 Cisma de Oriente

1204 Los cruzados venecianos saquean Constantinopla

1453 Caída de Constantinopla

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Edat mitjana: característiques

1. INTRODUCCIÓN.
La Edad Media, características generales y de vida.

Todos los historiadores coinciden en que la Edad Media abarca el periodo comprendido desde la Caída del Imperio Romano en el año 476 d.C. hasta mediados del siglo XV d.C., cuando cae el Imperio Romano Oriental, es decir cuando la ciudad de Constantinopla es conquistada por los turcos en el año 1453.
La Edad Media se divide en Alta Edad Media y Baja Edad Media.
La Alta Edad Media abarca desde la Caída del Imperio Romano hasta el inicio del siglo XI.
Características generales de la Alta Edad Media:

- Sucesivas invasiones: tanto por el norte (grupos germánicos) como por el sur (grupos Beréberes)

- Abandono de ciudades: Las personas huyen al campo por miedo.
- Grandes diferencias de clases: Toda esta situación de pobreza hace que las diferencias entre clases se acentúen mucho más. Aparecen incluso clases sociales nuevas y la mayoría de las personas van a estar en la miseria.
- Dominio de la Iglesia: La iglesia Católica va a aumentar su poder y su riqueza, va a ser una de las clases altas de esta época, van a tener tanto poder y riqueza como los reyes y los señores feudales. De manera en que llegue un momento en el que domine la vida política, social y económica de España.

La Baja Edad Media comprende desde el inicio del siglo XI hasta el descubrimiento de América (1492) fecha en la que comienza la Edad Moderna.
Características generales de la Baja Edad Media:

- Aumento demográfico: al disminuir las guerras se produce un aumento demográfico.

- Resurge el comercio: ya no tienen que ser autosuficientes.
- Surgimiento de una nueva clase social: la burguesía, son comerciantes de clase media. Esta clase ya no trabaja para el señor feudal, trabajará cobrando por su trabajo.
- Avances y progresos: se van a dar avances científicos importantes; aparecerá la imprenta, importante para la trasmisión de la cultura y el conocimiento, esto supone que el conocimiento pase también a las clases pobres.
- Avances importantes en la medicina 
- La Iglesia continua siendo muy poderosa y dominante: seguirá perteneciendo a la clase alta; pero en esta época van a aparecer grupos dentro de la propia Iglesia que van a criticar la situación de poder que tiene la misma.

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Edat Mitjana

Edad Media

La Edad Media es el periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV.
Su comienzo se sitúa tradicionalmente en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América, o en 1453 con la caída del Imperio Bizantino, fecha que coincide con la invención de la imprenta (Biblia de Gutenberg) y con el fin de la Guerra de los Cien Años.
No obstante, las fechas anteriores no han de ser tomadas como referencias fijas ya que nunca hubo reptura brusca en el desarrollo cultural de Europa.
Parece que el término lo empleó por vez primera el historiador Flavio Biondo de Forli, en su obra “Historiarum ab inclinatione romanorun imperii decades” (“Décadas de historia desde la decadencia del Imperio romano”), publicada en 1438 aunque fue escrita treinta años antes.
El término implicó en su origen una parálisis del progreso, considerando que la edad media fue un periodo de estancamiento cultural, ubicado cronológicamente entre la gloria de la antigüedad clásica y el renacimiento. La investigación actual tiende, no obstante, a reconocer este periodo como uno más de los que constituyen la evolución histórica europea, con sus propios procesos críticos y de desarrollo. Se divide generalmente la edad media en tres épocas.
Inicios de la edad media
Ningún evento concreto determina el fin de la antigüedad y el inicio de la edad media: ni los ya mencionados como referencia aproximada ni el saqueo de Roma por los godos dirigidos por Alarico I en el 410, ni el derrocamiento de Rómulo Augústulo (último emperador romano de Occidente) fueron sucesos que sus contemporáneos consideraran iniciadores de una nueva época.
La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica y las invasiones y asentamiento de los pueblos germanos en el Imperio romano, hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes trescientos años Europa occidental mantuvo una cultura primitiva aunque instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a perderse u olvidarse por completo.
LA CREACIÓN DE UN NUEVO ORDEN
Carlomagno
Desintegración del poder central y vasallaje
El imperio de Carlomagno (742-814) constituyó el primer intento de crear un nuevo orden después de los graves trastornos que se habían producido a raíz de las invasiones de los pueblos germánicos y la decadencia y caída final del imperio romano.
A la muerte de Carlomagno (814) siguieron nuevas conmociones producidas en gran parte por nuevas migraciones e invasiones: los germanos del norte o normandos, provenientes de Escandinavia, se dirigieron a Rusia, Inglaterra, el norte de Francia y el Mediterráneo.
Los pueblos eslavos se extendieron por la Europa centro-oriental. Los húngaros o magiares, jinetes nómades provenientes del centro de Asia, recorrieron la cuenca del Danubio. En el curso del siglo X estos pueblos se hicieron sedentarios y se convirtieron al cristianismo. Empezaron a formarse los pueblos que en definitiva determinarían la fisonomía de Europa.
Todos estos cambios se produjeron en medio de una transformación general de las formas económicas, sociales y políticas. Decayeron las ciudades, disminuyó y casi desapareció el comercio internacional, se redujo el uso de la moneda y la tierra quedó como la principal riqueza. Los poderes centrales perdieron toda autoridad y desapareció la organización administrativa burocrática.
Lentamente se formó un nuevo orden que ha recibido el nombre de feudalismo.
En medio de las interminables guerras los hombres anhelaron por encima de todo poder disfrutar de protección y seguridad. Como los poderes centrales perdieron toda autoridad se tuvo que recurrir a los poderes locales. Se generalizó la costumbre de que los vecinos de un lugar se sometieron a quien los podía defender mejor: a veces un conde, pero muchas veces también algún particular que no poseía ningún título o cargo oficial, pero que se imponía a los demás por su valentía y su sentido de la autoridad. A estos hombres se les empezó a llamar señores, mientras que las personas que se encomendaban a su protección recibieron el nombre de vasallos.
Entre señor y vasallo se estableció una especie de contrato: el señor prometía protección a su vasallo; éste se comprometía, mediante un juramento de fidelidad, a ciertos servicios. El régimen vasálico se generalizó a través de toda la sociedad: el rey encabezaba la pirámide: sus vasallos eran los duques, condes y otros señores poderosos. Éstos, por su parte, recibían la "fidelidad" de las personas más ricas e influyentes de su región las cuales, a su vez, recibían los servicios de vasallos más modestos. De esta manera, desde la cima hasta la base de la sociedad, toda persona estaba vinculada a otra.
El feudo
El régimen vasálico constituyó una determinada forma de organización del poder cuyo desarrollo se vio favorecido por las condiciones económicas imperantes en la época. En aquellos tiempos la tierra era la única riqueza. Muchas veces los propietarios, al encomendarse a una persona más poderosa, solicitaron protección no sólo para ellos mismos, sino también para sus tierras. A menudo donaban sus tierras a su protector, pero conservaban su usufructo. Por otra parte, los señores poderosos, dueños de grandes propiedades, para recompensar a sus servidores, les daban uno de sus propios dominios y les permitieron recibir sus productos. El dueño daba su tierra en beneficio o, como se diría luego, en feudo.
En un comienzo se concedieron los feudos ante todo como compensación económica por los servicios prestados. Más, con el tiempo se generalizó la costumbre de que los señores diesen los feudos a aquellos que se encomendaban a ellos como vasallos.
El régimen feudal nació de la combinación de vasallaje y feudo.
Régimen feudal
Este sistema de tenencia de la tierra y servicio personal se generalizó en la mayor parte de Europa, si bien sus formas específicas variaron mucho de un país a otro y, de un siglo a otro.
El acto mediante el cual una persona se convertía en vasallo y recibía un feudo era solemne, lleno de colorido. El vasallo debía prestar el homenaje: se arrodillaba, con la cabeza descubierta y sin armas, y colocaba sus manos juntas entre las manos del señor. Luego decía: "Señor, yo seré vuestro hombre". Al homenaje seguía la fe, el juramento de fidelidad que se prestaba poniendo el vasallo sus manos sobre las Sagradas Escrituras o una reliquia. Luego seguía la investidura: el señor investía al vasallo del feudo y con este fin le entregaba un objeto simbólico, una rama o un terrón que representaba la tierra enfeudada.
Mediante el homenaje y la investidura se establecía un contrato que imponía obligaciones recíprocas.
El señor debía al vasallo protección y mantención. El vasallo debía ayuda y consejo. La ayuda más importante era el servicio militar o servicio de hueste: el vasallo debía presentarse con armadura y caballo y debía mantenerse con sus propios medios.
Como un señor poderoso tenía a muchos vasallos, el vasallaje le proporcionaba las fuerzas armadas necesarias para defender sus propiedades y las de sus vasallos y siervos. Con el tiempo, el servicio militar quedó reducido a cuarenta días al año. El vasallo debía prestar ayuda pecuniaria: para pagar el rescate del señor que había caído prisionero, para dotar de armadura al hijo primogénito del señor que era armado caballero, para el matrimonio de la mayor, y para la partida del señor a Tierra Santa. El servicio de consejo comprendía, ante todo, la asistencia al tribunal del señor.
Con el tiempo no sólo las tierras, sino también toda clase de funciones y derechos públicos fueron entregados en feudos. Los condes, que una vez habían sido funcionarios nombrados por el rey, se convirtieron en vasallos que ejercían las funciones públicas por derecho feudal. El rey feudal gozaba de un poder muy limitado. Sólo ejercía autoridad sobre sus dominios propios y los vasallos inmediatos, pero no tenía ningún poder directo sobre la gran masa de la población.
Cada señor gobernaba en sus dominios. Los grandes señores, los duques y condes, eran verdaderos reyes en sus dominios: mantenían sus propias fuerzas militares, administraban justicia, percibían impuestos y acuñaban monedas. Y también los vasallos inferiores ejercían funciones públicas que en el imperio romano habían sido desempeñadas por la administración imperial y que en el Estado moderno serían desempeñados por los organismos propios del Estado.
El régimen feudo-vasálico fue, pues, una organización del poder político que correspondió a las condiciones especiales de la Edad Media. El sistema feudal no pudo garantizar plena estabilidad política. Sin embargo, en tiempos de escaso desarrollo económico y técnico y de mucha violencia, ofreció ciertas condiciones de paz y justicia e inculcó a los hombres ciertos valores que conservan su sentido hasta la fecha: el sentido del honor, la virtud de la lealtad, el respeto por la dignidad de la persona, la estimación de la mujer, la fe en la palabra dada.
La Iglesia en el sistema feudal
La Iglesia recibió por donación o legado extensas tierras que estaban sujetas a las obligaciones feudales. Los obispos y abades, al mismo tiempo de ser ministros de la Iglesia, se convirtieron en vasallos de los reyés y en grandes señores.
Cuando moría un vasallo laico sin herederos, la administración del feudo volvía a manos del señor. En cambio, los feudos de la Iglesia no pertenecían a un obispo o abad en particular. Por eso, cuando moría un obispo, el contrato feudal no era alterado y la Iglesia conservaba la tierra. De esta manera, las posesiones de la Iglesia aumentaron cada vez más y finalmente la tercera parte de la propiedad agrícola en la Europa occidental y central perteneció a la Iglesia.
La sociedad feudal
La sociedad medieval se compuso de grupos sociales fijos, los estados o estamentos: nobleza, clero y población campesina.
La nobleza feudal estaba formada por el rey y los señores y sus vasallos.
Su estado era hereditario, o sea, era una nobleza de sangre. En tiempos de guerra casi permanente los mayores honores eran concedidos al hombre que manejaba la espada. La nobleza medieval fue fundamentalmente una nobleza guerrera. Según el derecho feudal cada persona sólo podía ser juzgada por alguien que fuese igual o superior. Por eso los nobles sólo podían ser juzgados por otros nobles, sus pares o iguales.
El clero cumplió, junto con sus funciones religiosas, con importantes funciones sociales y culturales. Los miembros del clero recibían una educación superior que los capacitaba para asumir la dirección de la sociedad. Si bien los miembros del alto clero provenían a menudo de la nobleza, la Iglesia estuvo siempre abierta a todos los grupos de la sociedad, de modo que también humildes campesinos tuvieron la posibilidad de ordenarse sacerdotes y ascender a los más altos cargos eclesiásticos.
En la base de la escala social se encontraba la población campesina, el tercer estado. Sólo unos pocos campesinos conservaron la libertad personal, en su mayor parte eran siervos que, por nacimiento y herencia, dependían de algún señor.
La villa, núcleo básico de la economía medieval
El régimen feudal constituía una organización del poder político que regulaba los derechos y deberes de los señores y los vasallos. Su base económica era la villa, organización del trabajo agrícola, de la vida de los campesinos y de las relaciones entre éstos y el señor de la villa.
La villa tuvo sus orígenes en las formas de explotación de los últimos tiempos del Imperio Romano y en las condiciones que se produjeron a raíz de las invasiones. Durante aquellos tiempos calamitosos muchos pequeños propietarios prefirieron entregar su tierra a algún propietario poderoso y convertirse en siervos de éste con el fin de recibir su protección.
El feudo de un gran señor podía comprender a cientos de villas, mientras que un feudo pequeño podía estar formado por una sola villa. La parte mas importante de la villa estaba formada por la casa señorial que muchas veces era un castillo fortificado. A su lado se elevaban los almacenes, talleres, establos, los hornos y los molinos.
Cerca del castillo estaban la capilla o iglesia, la casa del sacerdote y la aldea con sus angostas callejuelas y las modestas casas de los campesinos o villanos. Las tierras de la villa estaban divididas en dos partes: una parte, la tierra señorial o "reserva", era explotada directamente por el señor a quien correspondían todos los productos. El trabajo era ejercido por los siervos domésticos y por los villanos que estaban obligados a prestar servicios personales. La otra parte estaba dividida en lotes o "mansus" que eran concedidos a los villanos quienes los explotaban en beneficio propio a cambio de lo cual debían pagar un censo y prestar servicios personales.
El censo se pagaba en especies: granos, carnes, aves, huevos, miel, telas. Los siervos debían trabajar en las tierras del señor dos o tres días de la semana y debían aportar sus herramientas y su propia yunta de bueyes. Además estaban las praderas y los bosques comunes, sobre los cuales el señor se reservaba algunos privilegios, como el derecho de caza, pero que por lo demás podían ser aprovechados por todos los villanos para que pudieran llevar allá sus animales y sacar leña.
El señor de la villa ejercía sobre los villanos una autoridad patriarcal y una jurisdicción privada. El siervo de la gleba estaba, por nacimiento y herencia, ligado a la tierra. No podía abandonar la villa y trasladarse a otra parte. No podía casarse sin el permiso del señor. Si bien en teoría se encontraban acogidos a la protección y la justicia del rey, de hecho dependían casi totalmente del señor de la villa.
La villa trataba de ser autosuficiente, esto es, producía lo que necesitaba y consumía lo que producía. Los mismos villanos hacían el pan, preparaban la cerveza y el vino, hilaban, tejían confeccionaban sus sencillos muebles. El trabajo tenía el fin de sustentar a todos los habitantes de la villa, pero no servía al lucro.
Los instrumentos y las técnicas agrícolas eran primitivos: la guadaña, la echona, el molino de piedras, el arado de palo sin ruedas. No se practicaba una rotación de los cultivos. La mitad o la tercera parte de las tierras quedaba cada año en barbecho para que el suelo pudiera descansar. El rendimiento era muy bajo. Por cada grano que se sembraba sólo se cosechaban 4 ó 5 granos. La alimentación era muy poco variada. El pan era el alimento más importante. A veces se comía carne de ave o chancho. El ganado vacuno era escaso. Con la poca leche se hacía queso. Las bebidas más importantes eran la sidra, la cerveza y el vino.
Vida y cultura caballeresca
La vida del señor se desarrollaba principalmente en el castillo, que era habitación y fortaleza y símbolo de la vida noble. Al medio se elevaba la torre señorial con su atalaya. Los edificios y patios estaban rodeados por gruesos muros provistos de almenas y troneras y por un profundo foso. Para entrar al castillo había que bajar el puente levadizo y subir el pesado portón.
El castillo no ofrecía grandes comodidades y la vida transcurría tranquilamente. Las ventanas, sin vidrios eran pequeñas para poderlas tapar en el invierno. En invierno se prendía fuego para protegerse contra el frío. Pero las salas se llenaban de humo. Recién en el siglo XIV empezaron a construirse chimeneas.
Para las comidas las fuentes se ponían en la mesa. Cada uno se servía con los dedos o con una cuchara y cuchillo. No se conocía el tenedor. Los huesos eran arrojados a los perros que se colocaban detrás de su amo. Las camas estaban cubiertas por un baldaquino con pesadas cortinas para protegerse contra el frío.
El día empezaba con la misa. Luego el señor recorría el castillo, se preocupaba de sus caballos y perros y conversaba con su administrador. Las principales diversiones eran la caza y los ejercicios ecuestres y de armas. Con regocijo se recibía a los prestidigitadores, comediantes y músicos y, ante todo, a los trovadores que, en sus poesías y poemas, cantaban la dicha del amor y las épicas hazañas del rey Arturo y otros valientes caballeros.
La caballería. Originalmente el caballero fue simplemente el guerrero que luchaba a caballo. A medida que el combate a caballo se tornó cada vez más complicado, requiriendo de una preparación especial y de grandes medios económicos, los caballeros empezaron a erigirse en un verdadero estado y casi en una orden que constituía la realización máxima de los ideales que animaban a la nobleza medieval.
Por regla general, sólo el hijo de nobles podía llegar a ser caballero. Para serlo, debía someterse a un largo aprendizaje de las armas. Servía a un ilustre caballero como paje y escudero. A la edad de veintiún años era armado caballero en solemne ceremonia.
Máxima expresión de la vida caballeresca eran los torneos. Pomposas fiestas en que los caballeros, en presencia de las damas, medían sus fuerzas.
En la caballería medieval se armonizaron la ética heroica de los germanos y los principios de la moral cristiana. El caballero cristiano debía usar la espada en defensa de la religión y en protección de las viudas, los huérfanos y todos los pobres y desamparados.
IGLESIA Y SOCIEDAD EN LA EUROPA MEDIEVAL
A diferencia del feudalismo, que se caracterizaba por la existencia de un sinnúmero de poderes locales, la Iglesia disponía de una fuerte organización centralizada que constituyó la principal fuerza unificadora durante la Edad Media. Bajo la dirección de la Iglesia, la cristiandad o República cristiana se comprendió como unidad. La Iglesia ejerció numerosas funciones propias del gobierno civil y tuvo decisiva influencia sobre todo el desarrollo social y cultural. La Iglesia poseyó también un enorme poder material, ya que tenía el derecho al diezmo, la décima parte que cada uno debía pagar de sus entradas a la Iglesia y, además, recibió grandes donaciones de tierras.
La iglesia acompañaba al hombre durante toda su vida. Por medio del sacramento del bautismo el niño se convertía en cristiano y recibía un nombre cristiano. Por medio de la confirmación el bautizado era recibido definitivamente en la Iglesia. La confesión y penitencia absolvían al pecador de sus pecados. En la celebración de la Santa Eucaristía el sacerdote consagraba el pan y el vino en conmemoración de la Última Cena.
El matrimonio sólo era reconocido cuando recibía la sanción y bendición por medio del sacramento del matrimonio. El sacramento de la ordenación era conferido a los que se ordenaban sacerdotes. El sacramento de la extrema unción era dado por el sacerdote antes de la muerte. Los sacerdotes eran esenciales para la salvación eterna. Los sacramentos los confería la Iglesia por intermedio de sus sacerdotes.
Durante la Edad Media la Iglesia se esforzó por suavizar las costumbres, suprimir los espantos de la guerra e imponer el ideal cristiano de la paz. Por medio de la Tregua de Dios la Iglesia logró limitar las acciones bélicas a ciertos días de la semana, quedando prohibido el uso de la espada en los días consagrados especialmente a Dios.
La Iglesia mantenía sus propios tribunales con el fin de proteger a los débiles y desamparados y de castigar a los que violaban los mandamientos religiosos y eclesiásticos. Administraba justicia según el Derecho Canónigo, el derecho de la Iglesia, una recopilación basada en las Sagradas Escrituras, los escritos de los Santos Padres, las resoluciones de los Concilios y los decretos de los Papas.
El peor crimen y pecado era la herejía, la creencia en errores que, por ser contrarios al dogma, habían sido condenados por la Iglesia. La herejía era un crimen contra Dios y la sociedad. El herético se colocaba al margen de la sociedad religiosa y de la sociedad civil y era castigado por ambas. Para perseguir y castigar a los herejes, la Iglesia estableció los tribunales de la Inquisición.
Las principales armas que usaba la Iglesia contra quienes la ofendían eran la excomunión, el entredicho y la destitución de los gobernantes impíos. La excomunión negaba al culpable los servicios de la Iglesia. El hereje que no se reconciliaba con la Iglesia era entregado a las autoridades civiles que solían condenarlo a morir en la hoguera. Por medio del entredicho se cerraban las Iglesias y se suspendían los servicios religiosos en un distrito entero hasta que los culpables, bajo la presión de la población piadosa afectada por esta terrible medida, deponían su actitud rebelde.
El gobernante que violaba las leves de la Iglesia podía ser destituido por ésta. Los súbditos de un príncipe excomulgado quedaban absueltos del juramento de fidelidad.
En el curso del tiempo las relaciones entre el poder temporal y el poder espiritual se hicieron cada vez más estrechas. Los reyes francos y los emperadores alemanes que siguieron a Carlomagno ayudaron a los Papas. Estos intervenían en la coronación de los emperadores. Los obispos que obtenían algún feudo debían servir a su señor feudal. Durante el siglo X los emperadores alemanes intervinieron directamente en Roma con el fin de proteger a los Papas contra la poderosa nobleza y el inquieto pueblo romano. Los emperadores y reyes se arrogaron el derecho de designar directamente a los obispos y abades.
Durante el siglo XI se produjo un profundo renacimiento religioso que tuvo su origen en la orden monástica de Cluny que había sido fundada en Borgoña en 910. Los monjes cluniaenses quisieron reformar los monasterios y la Iglesia entera con el fin de que se pudiera dedicar enteramente a sus fines religiosos. Para ello era necesario librarla de la dominación de los Príncipes. Había que poner término a la investidura laica, la designación de los obispos por los reyes.
En el año 1059 se creó el Colegio de Cardenales en Roma, que recibió la función de elegir al Papa con prescindencia de toda posible influencia por parte de los poderes políticos.
La reforma fue apoyada entusiastamente por el Papa Gregorio VII (1073-1'085). Durante la querella de las investiduras se produjo un violento conflicto entre el Papado y el Imperio. El emperador Enrique IV insistió en su tradicional derecho de nombrar a los obispos. Gregorio VII luchó por la libertad de la Iglesia y excomulgó a Enrique IV. Este se vio obligado a someterse. En el año 1077 Enrique IV apareció en Canosa, un castillo de los Apeninos, vestido de penitente, y permaneció descalzo durante tres días y tres noches en la nieve hasta que Gregorio lo absolvió y lo admitió nuevamente en la Iglesia.
En los decenios siguientes la Iglesia pudo imponer ampliamente sus exigencias y el Papado alcanzó un poder cada vez mayor. Inocencio III (1198-1216) proclamaba que la autoridad del Papa estaba por encima de todo poder temporal. Los reyes de Inglaterra, Dinamarca, Polonia, Hungría, Aragón y Portugal se convirtieron en vasallos de San Pedro y juraron fidelidad al Papa.
En el curso de los siglos XII y XIII se produjeron grandes cambios en Europa. Renacieron las ciudades y el comercio y se fundaron colegios y universidades. Para responder a estos cambios se crearon dos nuevas órdenes religiosas: la orden franciscano, fundada por San Francisco, y la orden dominicana, fundada por Santo Domingo. Los monjes de estas nuevas órdenes no se retiraban a la soledad monástica, sino que se mezclaban con el pueblo. Recorrían las calles y las plazas y predicaban el Evangelio con el fin de inculcar la fe cristiana y combatir las herejías. Los dominicanos se destacaron como filósofos y teólogos y muchos de ellos fueron profesores eminentes en las universidades de Bologna, París, Colonia y Oxford.
Durante cientos de años los peregrinos cristianos pudieron visitar los santos lugares en Palestina, ante todo los lugares de la Pasión y el Santo Sepulcro en Jerusalén. Pero en el siglo XI los turcos seldyúcidas, fanáticos musulmanes, se apoderaron de Palestina y pusieron en peligro a Bizancio, cuyo emperador solicitó ayuda de la iglesia de Occidente. En el Concilio de Clermont (1095) el Papa Urbano II invitó a los fieles a "tomar la cruz" y a rescatar Tierra Santa de los infieles. Durante los siglos XII y XIII millares de cruzados se dirigieron a Palestina, por mar y por tierra, con el fin de reconquistar Tierra Santa para la cristiandad.
Los cristianos conquistaron grandes triunfos y, temporalmente, pudieron establecer su dominio sobre Jerusalén y otros lugares. Mas, a la postre, los musulmanes lograron mantener su posición.
A pesar de que las Cruzadas no consiguieron su fin, tuvieron enormes efectos sobre Occidente. Se estrecharon los contactos con Oriente, los europeos conocieron una cultura que en muchos aspectos era superior a la propia, se abrieron los mercados asiáticos y se intensificó el comercio internacional. Los mercaderes italianos se encargaron de llevar a Europa caña de azúcar del Líbano y Siria, y sedas, especias, tejidos finos y piedras preciosas del Cercano y del Lejano Oriente.
EL DESARROLLO ECONOMICO,
EL RESURGIMIENTO DE LA VIDA URBANA Y EL DESARROLLO CULTURAL
Desarrollo económico y social
En los primeros tiempos de la Edad Media la economía tuvo un carácter casi exclusivamente agrícola. Recién a partir del siglo XI empezaron a renacer los mercados, los centros urbanos y el comercio internacional.
A raíz de las Cruzadas aumentó el intercambio comercial entre las ciudades italianas y el Cercano Oriente. Con el tiempo, la cantidad de bienes traídos de Oriente llegó a ser tan grande que ya no pudieron ser consumidos por los mismos italianos. Los mercaderes empezaron a cruzar los Alpes y a vender sus mercaderías en los países del norte.
El comercio internacional se desarrollaba desde el este hacia el oeste. Las exportaciones de China y la India eran llevadas a los puertos del Golfo de Persia y del Mar Rojo. De ahí las caravanas de camellos y caballos partían a Alejandría en Egipto o a los puertos de San Juan de Acre y de Jafa en Palestina. Allí las mercaderías eran cargadas en los barcos y llevadas a las ciudades del norte de Italia, a Venecia, Génova y Florencia.
Un segundo sistema de comercio internacional se desarrolló en los mares del norte. Lana inglesa y paños flamencos eran llevados en barco por el Mar del Norte y el Mar Báltico a los puertos escandinavos y bálticos donde eran intercambiados por cueros, pieles, granos y madera.
Para la economía cerrada de las aldeas, sólo habían existido mercados locales, donde los siervos de la villa podían vender semanalmente los pocos excedentes de su producción agrícola y los productos de su industria doméstica. A raíz del crecimiento del comercio internacional los señores feudales establecieron ferias, que se celebraban una vez al año y donde se juntaban los comerciantes provenientes de todas partes de Europa. Particularmente famosas eran las ferias de la Campaña de Francia. El señor concedía su protección armada a la feria a cambio de lo cual se le pagaba un tributo.
El aumento del comercio se relacionó con un aumento del uso de la moneda y del dinero circulante. En las ferias algunos comerciantes se dedicaron a los negocios de dinero: establecieron su banco para cambiar monedas; recibían dinero en depósito y giraban letras de cambio para poder efectuar pagos en otras plazas. También prestaban dinero cobrando intereses. Esta práctica fue prohibida en un comienzo por la Iglesia como usura. Mas con el tiempo se establecieron leyes para impedir la usura y establecer una tasa justa de intereses.
Al mismo tiempo renació la vida urbana. Muchas ciudades se formaron al pie de los muros de un castillo o al lado de un palacio episcopal o de un convento. Otras se establecieron a orillas de los ríos, las vías naturales del comercio.
En aquellos tiempos belicosos, las ciudades, al igual que los castillos, tuvieron que rodearse de poderosos muros y fortificaciones. En el centro de la ciudad había una plaza en que se celebraba el mercado semanal. A su costado se elevaban la Iglesia, el palacio del ayuntamiento y las casas de los principales gremios y de los patricios. Como el recinto urbano era reducido, las calles eran estrechas y las casas angostas de varios pisos.
La vida urbana era muy distinta de la vida del campo y, por lo tanto, las ciudades tuvieron que darse sus propias leyes y su propia organización.
El gobierno de la ciudad era ejercido por un Concejo Municipal, cuyos miembros eran elegidos por las corporaciones. Solían pertenecer a las familias patricias, esto es, las familias más antiguas y ricas. El Concejo estaba presidido por un alcalde. El gobierno municipal cuidaba de la defensa de la ciudad y de la seguridad pública, percibía los impuestos, administraba el dinero municipal, nombraba a los jueces y jurados, administraba las escuelas y los hospitales y fijaba la política económica.
En un comienzo las ciudades dependieron del señor en cuyo territorio habían sido fundadas. A partir del siglo XI las ciudades se levantaron y, mediante negociaciones y violentas luchas, obtuvieron gradualmente su independencia, quedando sujetas directamente al rey. Los impuestos que las ciudades pagaban al rey aumentaban su riqueza y, por lo tanto, también su poder sobre los nobles. Las ciudades se convirtieron en aliados importantes de los reyes en su lucha por consolidar el poder central y quebrar la resistencia de la nobleza feudal.
Con el fin de reglamentar las actividades comerciales, los mercaderes se organizaban en asociaciones o guildas. Sólo los miembros de una guilda estaban autorizados para vender sus mercaderías en determinados distritos, de modo que gozaban de un monopolio en esa región. El tribunal de la guilda juzgaba los conflictos entre los miembros y castigaban a comerciantes deshonestos. La guilda ayudaba a sus socios en la vejez y mantenía casas para los pobres.
Los artesanos tenían sus propias asociaciones, los gremios. Para cada actividad artesanal había un gremio correspondiente: joyeros, zapateros, peleteros, armeros, etc.
Para poder ejercer algún oficio, era indispensable pertenecer a un gremio. Este fijaba los precios y reglamentaba la cantidad y la calidad de la producción. Se debía realizar el trabajo por el honor del oficio y no por afán de lucro.
La formación de un buen artesano tomaba largo tiempo. Un aprendiz entraba de niño al taller de un maestro donde permanecía entre cinco y doce años. Vivía en la casa del maestro donde recibía comida y vestuario, pero ninguna remuneración. Al terminar el aprendizaje se convertía en oficial y empezaba a recibir un salario. Para completar su formación, los oficiales debían salir de viaje y trabajar en distintos talleres.
Vueltos a la ciudad natal, presentaban su obra maestra y rendían un examen para ascender a maestros. Las ciudades y los gremios muchas veces establecieron tratados y alianzas con otras ciudades y otros gremios para concederse mutuos privilegios y unir sus fuerzas en la lucha contra los piratas, los salteadores de caminos y las ciudades rivales. La más importante de estas asociaciones fue la Liga Hanseática que, hacia fines del siglo XIV, incluyó a cientos de ciudades y puertos del norte de Alemania, de los Países Bajos, Inglaterra, Escandinavia y Rusia y que logró establecer su monopolio sobre el comercio marítimo de todo el norte de Europa.
Con el desarrollo de la ciudad y de la población urbana apareció un elemento nuevo en la sociedad europea. El habitante de la ciudad o burgo, el burgués, a diferencia del noble, estaba interesado en el comercio y el trabajo y no en la guerra. En la ciudad no existía la servidumbre: "El aire de la ciudad hace libre". Los vecinos eran hombres libres que se sentían orgullosos de sus derechos, de su riqueza y de su poder.
Desarrollo cultural
El surgimiento de las ciudades, la formación de una próspera clase media, las reformas monásticas y el contacto con otras culturas estimularon el desarrollo cultural. Los príncipes y la Iglesia necesitaban de personas instruidas en las leyes. El comercio internacional y las operaciones de dinero requerían de un mayor grado de instrucción. Con el fin de responder a estas exigencias se formaron asociaciones de profesores y estudiantes, comparables a los gremios con sus maestros y aprendices. Estas corporaciones de estudio recibieron el nombre de Universidades. La primera fue la Escuela de Bolonia, famosa por sus juristas.
Luego, los príncipes y reyes fundaron Universidades en toda Europa. La fundación debía ser aprobada por el Papa. Cada Universidad recibía sus estatutos propios. La Universidad estaba dividida en las cuatro Facultades de Artes, Medicina, Derecho y Teología. El primer grado universitario era el Bachillerato. El título de Magister confería el derecho de enseñar en la Universidad. Los estudios culminaban en el Doctorado.
Las Universidades servían a la formación profesional y preparaban a los profesores, médicos y abogados que la sociedad necesitaba. Pero su tarea más elevada consistía en la búsqueda e interpretación de la verdad. Los sabios cristianos estaban convencidos de que la razón y la fe se complementaban. La filosofía y la teología debían explicar los misterios de la revelación divina. El sabio más famoso de la Edad Media fue Santo Tomás (1225-1274), el principal representante de la Escolástica, quien creo con su Summa una síntesis de la filosofía aristotélica y del pensamiento cristiano.
Durante toda la Edad Media el latín fue la lengua de la Iglesia, de las Universidades y de la ciencia. Al formarse las nacionalidades europeas, éstas desarrollaron sus propias lenguas, que luego encontraron también expresión literaria. En España nació como primer documento literario de la lengua vernácula el Poema del Cid. Se considera que la obra literaria más grandiosa de la Edad Media es la Divina Comedia, del poeta italiano Dante. Esta obra, que narra la historia del viaje mítico del poeta por el infierno, el purgatorio y el cielo, es auténtica expresión del espíritu religioso de la Edad Media.
La religiosidad medieval encontró también su expresión en las creaciones del arte y, en especial, en la arquitectura. A partir del siglo X se desarrolló el arte románico, que se caracteriza ante todo por el empleo del arco de medio punto y la bóveda y la cúpula de media naranja. En el siglo XII nació en Francia un nuevo arte que recibiría el nombre de gótico. Sus elementos más típicos son el arco apuntado u ojiva, las ventanas de lancetas, los rosetones y las vidrieras de múltiples colores. La catedral gótica, con sus altas torres y sus altas naves era expresión de una profunda religiosidad y de la mística esperanza del hombre medieval de unirse a Dios.
"Breve historia universal"
Autor: Ricardo Krebs

martes, 20 de septiembre de 2011

PREHISTÒRIA. Homo australopithecus



Australopithecus sediba
El Australopithecus sediba fue descubierto en agosto de 2008 en la cueva de Malapa, una cueva de piedra caliza, ubicada apenas a 15 kilómetros del sistema de cuevas de Sterkfontein, cerca de Johannesburgo, Sudáfrica. Según sus descubridores podría ser un ancestro directo del género humano.
Este nuevo homínido está representado por dos individuos bastante completos, un varón juvenil, y una mujer adulta. Pero aparte de estos dos especímenes, se descubrieron dos individuos más de de A. sediba, un infante y otra mujer adulta, pero todavía no han sido publicados.
La mujer se identificó gracias a la forma de su mandíbula y de la cadera, y un análisis de los dientes se pudo calcular la edad entre 20 y 30 años, al momento de su muerte. El varón tendría unos 12 años. Lo más probable es que fuesen conocidos e incluso parientes, ya que el momento de su muerte se calcula entre horas y semanas de diferencia.
Tenían brazos más largos que los de un humano actual, pero con rostro más parecido al humano que al de los Australopitecos. Medían más o menos un metro veinte de altura, y la mujer habrá pesado unos 33 kilos, mientras que el joven unos 27. El cerebro del joven medía entre 420 y 450 centímetros cúbicos (el de un humano actual promedia entre los 1200 y 1600).
Según el descubridor Lee Berger, de la Universidad de Witwatersrand, losfósiles tienen una mezcla de características, con algunas más parecidas a australopitecos, o sea más simiescas, y otras más cerca del género humano.
El cerebro, por ejemplo “pareciera ser más avanzado que el de los australopitecos”, dice Berger. Tiene características que “tienden a atribuirlo a los primeros miembros del género Homo”.
También el rostro acerca al Australopithecus sediba hacia el género humano, ya que tiene dientes pequeños y una nariz proyectada. Al mismo tiempo tiene brazos muy largos, tanto como los de un orangután actual, similar a los de otros australopitecos.
Otra característica más arbórea son sus dedos, que están curvados, una adaptación a trepar. Pero a la vez son cortos los dedos, como en los humanos.
Las piernas son largas, y los tobillos parecen ser intermedios entre los primeroshomínidos y los humanos modernos. La cadera y pelvis se acerca más a la estructura del Homo erectus, según Berger y colegas. Todo esto indica que A. sediba podría caminar de forma erecta y con zancadas, una forma más eficiente de caminar y correr.
No hay un dimorfismo marcado, o sea hembra y macho son similares en tamaño, y su forma física es idéntica, lo que también lo acerca a la familia humana, y lo aleja de los australopitecos.
Esto también podría indicar, según los autores del estudio, que tenia un comportamiento socia en el cual no hay necesariamente un macho que domina sobre un harem, y donde son más cooperativos los machos, en vez de luchar entre sí por las hembras.
Fueron datados por una combinación de técnicas que dan una dataciónaproximada de 2 millones de años. Un método radiométrico conocido como Uranio-Plomo arrojó unas fechas entre 2,024 y 2,026 millones de años del estrato inmediatamente inferior al de los fósiles. Otro paleomagnético del mismo estrato de los fósiles sugiere que tendría una antigüedad de entre 1,95 y 1,78 millones de años.
¿Homo o Australopithecus?
No sólo las características lo ubican muy cerca tanto de australopitecos como de los primeros humanos, sino también la fecha en que vivieron, ya que los fósiles más antiguos de Homo habilis, por ahora el primero de nuestro género, tienen unos 2,3 millones de años. Lo que podría indicar, según los autores, que es un ancestro inmediato del género humano.

El A. sediba podría mediar en la controversia que se venía dando enpaleoantropología sobre el origen del género Homo. Algunos decían que podría tener su cuna en Asia, por el fósil Homo georgicus, que tiene 1,8 millones de años y fue descubierto en el Cáucaso. Pero el sediba llevaría nuevamente el origen de los humanos a África, y más específicamente a Sudáfrica.

Cabe una aclaración: NO es un eslabón perdido. Es tan sólo un fósil más. Laevolución no puede representarse como una cadena, y cada especie como un eslabón. Si así fuese cada nueva especie que se descubra, sea la que sea, tendría derecho a ser llamada el eslabón perdido. Pero la evolución sería más práctico imaginarla como un árbol o un arbuso, y cada especie como una rama.
Según opinan los descubridores, podría ser descendiente de Australopithecus africanus, el cual vivió entre 2 y 3 millones de años atrás, y que hasta la fecha se creía el ancestro más directo y reciente del género Homo del que formamos parte. El A. sediba se aleja del Australopithecus afarensis y de otros australopitecos.
Ambiente en el que vivían
Según cuentan quienes estudiaron al fósil y la cueva en la que fueron descubiertos, vivían en un ambiente muy similar al que se ve hoy en día en la zona. Planicies con valles boscosos.
Se cree que los dos individuos de A. sediba murieron al mismo tiempo, tal vez cayendo a la cueva, que antes tenía una entrada vertical. Y fueron sepultados poco después por una pequeña inundación que los cubrió de sedimentos. Razón por la cual hoy en día podemos estudiarlos, sino seguramente habrían desaparecido por completo, y no se habrían fosilizado.
Junto a los australopitecos, se descubrieron otras 25 especies animales, incluyendo hienas, perros salvajes, tigre dientes de sable, gatos salvajes, caballos, antílopes, conejos, etc.
Todos los fósiles fueron preservados en una sustancia parecida al concreto, un sedimento muy duro, y difícil de trabajar para los paleontólogos.
Un dato anecdótico es que Berger y colegas usaron Google Earth para descubrir el sistema de cuevas en el que podría haber fósiles interesantes, y fue luego el hijo de Berger Matthew, apenas un niño, quien dio con el A. sediba.

PREHISTÒRIA. Mamuts


Uno de los animales extintos más famosos son los mamuts. Especialmente porque no hay que irse tan atrás en el tiempo como con los dinosaurios, hasta hace apenas uno 10 mil años todavía pastaban por el mundo, y justamente como no ha pasado “tanto” tiempo, cada tanto aparece uno casi intacto, congelado. Si bien algunas especies de mamuts enanos sobrevivieron hasta hace unos 4700 años. Los más antiguos aparecieron hace unos 4,8 millones de años.
Mammuthus sungari
Lo que todos conocemos como mamuts, son en realidad once especiespertenecientes al género Mammuthusnombre científico que en ruso significa “muy grande”. El más famoso de todos es el mamut lanudo (Mammuthus primigenius), que habitó desde Siberia hasta Norteamérica. Aunque hubo otras especies que habitaron en África, Europa, Asia y América.
El orden de los mamuts es de la familia de los elefantes actuales, los africanos y los asiáticos. Pero eran mucho más grandes.

¿Cómo eran los mamuts?

Hombre, mamut y elefante africano
Los había de diversos tamaños, siendo los más grandes los Mammuthus sungari, que llegaban a medir hasta 5,3 metros de altura, con unos 9 metros de largo. El otro más cercano era el mamut imperial, que también llegaba a los 5 metros de altura. En el otro extremo estaban el mamut pigmeo, que no pasaba los 2 metros de altura; el conocido como elefante enano, de la isla de Cerdeña; y el más famoso de todos, el Mamut lanudo, que medía alrededor de 2 metros.
colmillos de mamutLa característica principal de losmamuts son sus inmensos colmilloscurvados, la cabeza abombada y una trompa muy musculosa, esta última conocida sólo en los ejemplares congelados, ya que no se fosiliza.
Los mamuts lanudos eran de los más pequeños en altura, pero tenían loscolmillos más largos, el record lo tiene uno de 5 metros de largo, pero por lo general solían medir unos 3 metros.
Sus orejas eran mucho más pequeña que la del elefante africano, ya que el tamaño depende mucho del clima en el que vivían. Unas orejas grandes permiten disipar más rápido el calor corporal, y unas pequeñas son mejores para soportar los climas fríos que solía habitar el mamut.
muela de mamutSus dientes estaban especialmente diseñados para durar, y así eran de grandes, las muelas podían pesar hasta 2 kilogramos. Un dato curioso, es que cuando se desgastaban, por comer tanta hierba y cortezas, otros dientes los reemplazaban.
Gracias a los ejemplares congelados y a las pinturas rupestres de los humanos prehistóricos, sabemos algo que no se ve en los huesos fosilizados, y es que los mamuts tenían joroba, una muy grande.

¿Por qué se extinguieron los mamuts?

Hace unos 10 mil años el clima mundial comenzó a cambiar y cada vez se hizo más cálido hasta llegar a las temperaturas actuales, o al menos a las anteriores a que el hombre provocase el Calentamiento Global. Como ya dijimos, los mamuts estaban especialmente adaptados a los climas fríos.
Por eso con el cambio, no pudieron sobrevivir porque no sólo aumentaban las temperaturas, sino todo lo que ellos solían comer cambió junto con el clima. Así fueron desapareciendo casi todas las especies hasta que sólo quedó el mamut lanudo hace unos 10 mil años, pero no sobrevivieron mucho más.
En la isla St. Paul Island, Alaska sobrevivieron mamuts enanos hasta hace unos 8000 años. Y en la isla de Wrangel lo hicieron hasta hace 4000.
Si bien la mayoría cree que la extinción de los mamuts se debe al cambio en el clima, más cálido y húmedo, no hay acuerdo total. Pero lo cierto es que lo que antes era una pradera se convirtió en bosques, y así el hábitat del gigantescomamut fue desapareciendo, y ellos también.
Algunos creen que el golpe de gracia se lo dieron los humanos, al cazarlos en exceso. Otras teorías dicen que podrían haber sufrido una enfermedad infecciosa, y otros proponen una combinación de las tres.
Las islas en las que sobrevivieron por más tiempo eran muy remotas, allí el clima casi no cambió, y no había humanos.
¿Cómo es que aparecieron mamuts congelados?
Cabria decir, mejor, que aparecieron descongelados. Pero murieron cubiertos de hielo. Los mamuts vivían en climas muy fríos, que seguramente a veces se volvían demasiado extremos, y atrapaba a más de uno que no podía escapar de alguna tormenta de nieve, o tal vez porque había quedado enfermo.
bebe mamut congeladoPero para que nosotros podamos ver hoy en día un mamut atrapado en el agua helada que se congeló casi enseguida. De esa forma han llegado hasta nuestros días con detalles como la piel, el pelo, los músculos, tejidos y órganos internos. En algunos hasta se conservó en el estómago la última comida.
Por lo general se han descubierto ejemplares aislados, solos. Pero hay un caso en un paraje cerca del río Berelekh enYakutia, donde aparecieron 156 mamuts, que según parece murieron por una inundación.
Los mamuts descubiertos en hielo han llegado a tener hasta 40 mil años de antigüedad, o sea que no sólo los más recientes permanecieron incólumes hasta que la casualidad los diese a conocer.