Seres
Mitológicos
Las Parcas
Son tres hermanas hilanderas que personifican al
nacimiento, el matrimonio y la muerte.
Escribían el destino de los hombres en las paredes de
un enorme muro de bronce .Y nadie podía borrar lo que ellas escribían.
Se llamaban Cloto, Láquesis y Atropos.
Las tres se dedicaban a hilar. Luego cortaban el hilo
que medía la longitud de la vida con una tijera. Ese corte fijaba el momento de
la muerte.
Ellas hilaban lana blanca y entremezclaban hilos de
oro e hilos de lana negra.
Los hilos de oro significarían los momentos dichosos
en la vida de las personas. Y la lana negra significaría los períodos tristes.
Eran muchachas hermosas dotadas de juventud eterna.
Pasaban el día entonando cantos melodiosos en coro.
Muchos dicen que las musas eran hijas de Zeus, pero otros no coinciden y le atribuyen su paternidad a otros dioses.
En el palacio del Olimpo había nueve musas que
cantaban en el salón de los banquetes para deleitar a los dioses. Los dioses
dejaban de comer y callaban embelesados para escucharlas.
Se piensa que tienen virtudes proféticas. Eso quiere
decir que podían adivinar el futuro.
También se creía que tenían capacidad para inspirar
toda clase de poesía y serían protectoras de toda forma de arte.
No se habla de ellas en forma individual, sino que
siempre están agrupadas conformando el grupo de Las Musas.
Vestían túnicas etéreas y usaban coronitas de flores
sobre el cabello.
Son jóvenes hermosas dotadas de eterna juventud. O sea
que nunca envejecían.
Amaban la danza y la música.
Reciben distintos nombres según el lugar que habitan.
Y así muchos más nombres según cada lugar. Si algún
mortal quería bañarse en un río o talar un árbol, primero tenía que ofrecerles
un sacrificio a las Ninfas o pedirles permiso.
Pegaso
Pegaso era un gran corcel blanco alado, que vivía en
una montaña habitada por las nueve musas.Allí había una fuente que Pegaso abrió
dando un fuerte golpe con su pata sobre la tierra.
Ningún humano
podía cabalgarlo porque nadie podía atraparlo ya que era muy veloz. Participó
en el mito de Belerofonte y la Quimera
Los Centauros eran seres monstruosos. Mezcla de hombre y caballo.
El torso era de hombre y de la cintura para abajo eran como un caballo. O sea
que tenían seis extremidades. Dos brazos y cuatro patas. Pero también hay
representaciones de los Centauros como hombres de pié y que del trasero surge
una mitad de caballo.
Según las leyendas vivían en los bosques y en las
montañas. No se sabe si eran hijos de Ixión y Néfele o de Apolo y Estilbe.
Se habla de Los Centauros como si fueran un grupo, una
tribu o un pueblo. Las hembras de Los Centauros se llamaban Centauresas.
Tenían costumbres brutales como comer carne cruda y
emborracharse. Se emborrachaban muy fácilmente porque no acostumbraban tomar
vino.
La Gorgona o Medusa
Había sido una belleza, orgullosa de su cabellera.
Pero se atrevió a comparar su belleza con la de la diosa Atenea, entonces la
diosa la castigó cambiando sus hermosos bucles rubios por serpientes.
Se convirtió
entonces en un ser espeluznante. Todos los que la miraban quedaban
automáticamente convertidos en piedra.
Vivía cerca de una caverna y alrededor se podían ver
las figuras de los hombres convertidos en estatua de piedra por haber querido
mirarla.
Dice la leyenda que Perseo la aniquiló. Fue ayudado
por la diosa Atenea que le prestó su escudo, y por Hermes que le dio sus
sandalias aladas. Así fue como se acercó a su caverna, mirándola a través de la
imagen que se reflejaba en el escudo, pudo acercarse cuando dormía y cortarle
la cabeza. Luego le obsequió la cabeza a la diosa Atenea.
Era un monstruo terrible que asolaba un camino y nadie
se atrevía a pasar. La parte inferior de
su cuerpo era como un león , con cuatro patas y cola de león y en la parte
superior tenía cabeza y pecho de mujer. Le salían alas como de un águila.
Cada vez que
alguien pretendía atravesar el camino, la Esfinge se aparecía detrás de una
roca y les proponía una adivinanza. El que no daba la respuesta adecuada era
arrojado al precipicio.
Hasta ahora nadie había podido resolverlo.
Cuenta la
leyenda que Edipo, que era muy valiente, se animó a pasar. Apareció La Esfinge
que le preguntó: -¿Cuál es el animal que por la mañana anda en cuatro patas, al
mediodía en dos y a la noche en tres? Edipo, le respondió: - Es el Hombre. Que
en su niñez camina en cuatro patas, en la adultez, se para erguido y en la
ancianidad se ayuda con un bastón. La Esfinge se sintió tan herida en su amor
propio que en su angustia se arrojó hacia el precipicio y murió.
Tiene cabeza y pecho de mujer y el resto del cuerpo en
forma de pájaro.
Eran poseedoras de una voz encantadora. Tanto que se
atrevieron a competir con las musas. Pero las musas ganaron el concurso y les
arrancaron las plumas.
Entonces se instalaron en la costa de Sicilia, sobre
unas rocas.
Cuando algún barco pasaba, ellas cantaban y atraían de
esta manera a los navegantes, que subyugados por la dulce melodía, quedaban
como hipnotizados, estrellando los barcos contra las rocas.
Era un perro monstruoso con tres cabezas. Era el
guardián del Tártaro. (ver Lugares mitológicos).
Le gustaba
aullarle a la luna, especialmente si había luna llena.
Comía carne de cadáveres.
Esperaba a las puertas del Tártaro, que algún difunto
quisiera pasar sin pagar entrada y lo devoraba.
Era un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre
que causaba estragos en la isla de Creta.
Era hijo de Pasífae, esposa del rey Minos y el toro de
Creta
El rey Minos lo encerró en un laberinto y finalmente
Teseo le dió muerte.
Los Sátiros
Son divinidades de los bosques y de las montañas.
Se los conoce también con el nombre de Silenos. Algunos dicen que son mitad hombres, mitad machos
cabríos, otros que eran mitad hombres y mitad caballos. En todos los casos
tienen una larga cola como las de los caballos.
Los Sátiros pertenecían al cortejo de Dionisio. Participaban de
todas sus fiestas bailando y bebiendo hasta emborracharse.
Las Ninfas estaban en alerta continua para escapar de
ellos, pues estos las perseguían ya que nunca estaban lo suficientemente
satisfechos sexualmente.
Los pigmeos eran un pueblo de hombres minúsculos. Se
los llamaba así, debido a una palabra griega que quiere decir codo o medida de
trece pulgadas. Cada pulgada es alrededor de 2,5 centímetros. Y se dice que esa
era la altura de esos hombres.
Algunos dicen que vivían cerca del Nilo y otros dicen
que vivían en la India.
Homero cuenta en sus relatos que las grullas emigraban
durante el invierno al país de los pigmeos y que se trenzaban en una feroz
lucha con esos pequeños habitantes, que debían armarse para defender las
plantaciones de trigo de esos voraces visitantes.
Los Grifos eran animales fabulosos. Con alas y pico de
águila y cuerpo de león.
Los Grifos podían encontrar oro en las montañas, y,
como las aves construían sus nidos con hilos del precioso metal. En lugar de
huevos ponían ágatas.
Vivían en el país de los Hiperboreos. Tenían largas
garras y el píe era tan grande que muchos habitantes del país fabricaban con él
copas para beber.
Muchos cazadores se animaban a ir en busca de los
tentadores nidos de oro, pero los Grifos, sabían mantener alejados a los
ladrones y saqueadores de oro gracias a su instinto.
Escila era un monstruo fantástico con doce patas y
seis cabezas de cuyas bocas asomaban afilados colmillos. Ladraba día y noche
sin parar como un perro rabioso.
Habitaba en una cueva, escondida en una roca altísima
junto a un estrecho que los navíos debían atravesar para llegar al mar.
Devoraba a cuanto animal pudiera acercarse y cada vez
que un navío atravesaba el lugar se hacía un banquete, ya que cada una de sus
cabezas podía engullir un marinero.
Caribdis
Frente a la roca que servía de morada a Escila, se
encontraba otra roca altísima a cuyo pié crecía un árbol frondoso. Entre sus
raíces, había una cueva y allí vivía Caribdis, otro terrible monstruo.
Caribdis absorbía el agua del mar tres veces por día,
haciéndola penetrar en su cueva. Luego lo devolvía otra vez al mar, pero todo
lo que penetraba en la cueva, Caribdis lo despedazaba
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