Realizada en piedra, está formada por un arco gótico muy apuntado que forma cinco arquivoltas, todas ellas ricamente decoradas.
En esta decoración alternan las figuras humanas (vírgenes, profetas, mártires, reyes y ángeles) con motivos vegetales. La primera arquivolta está decorada con ángeles que tañen instrumentos musicales a modo de acompañamiento de las escenas que componen el tímpano, principalmente la última escena, justamente debajo de la clave del arco. La siguiente esta compuesta por motivos vegetales que se entrelazan entre ellos y da paso a la tercera compuesta por vírgenes y santos. La cuarta es también de caracter vegetal y la que cierra el abocinamiento de la portada está compuesta por profetas y reyes.
Todas las figuras se encuentran de pie y cubiertas por un bello doselete que a su vez sirve de apoyo a la figura que se encuentra encima de ella. Los doseletes están decorados con finos gabletes y decoración calada.
Las jambas que caen en derrama y forman el abocinamiento están ocupadas por seis apóstoles cuyas imágenes algo mayores que el tamaño natural, son de una talla muy delicada y perfecta como si de una estilización espiritual se tratase.
La postura que presentan es frontal aunque algunos ladean ligeramente la cabeza en afán de adquirir posiciones más naturales. Las túnicas que cubren los cuerpos tienen unos plegados muy naturales y esta naturalidad se acrecienta por los rasgos físicos de sus rostros, barbados casi todos ellos de una forma real, mientras que los peinados se adaptan prefectamente.
Llevan todos en sus manos un libro y objeto que es propio y los distingue de los demás (San Pedro con las llaves, Santiago con el bordón y la venera, etc.).
Presidiendo los doce apóstoles y situado en el parteluz de la doble portada que da acceso al templo, se encuentra la imágen de la Virgen de los Reyes. Es una escultura que se sitúa sobre un elevado pedestal desde donde puede presidir toda la escena de la portada.
La imagen de fina talla y muy bien ejecutada de pie, sosteniendo en su brazo izquierdo la figura del Niño y moviéndo ligeramente la cabeza hacia él, en un amago de crear una escena maternal, en la cual Madre e Hijo están conversando normalmente. La figura de la Virgen crea una pequeña contorsión, encima de la cintura con el fin de poder contrarrestar el peso del Niño y de esta forma la figura aparece equilibrada y compensada.
El tímpano está dividido en tres fajas horizontales ricamente decorados con relieves continuos que representan escenas relacionadas con la vida de Jesús y de la Virgen: Anunciación, Visitación, Adoración de la Magos, Dormición de la Virgen, etc.
El remate final lo compone la Coronación de la Virgen, escena única que compone la faja superior del tímpano.