MOMIFICACIÓN
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Quizás lo más llamativo de Egipto, aparte de las pirámides y los misteriosos saberes, sean sus momias. Todo parece indicar un desmedido culto a la muerte, al más allá... sin embargo, tanto los escritos como el arte nos indican lo contrario. Si bien es cierto que el culto a los dioses está presente en todo, la religión no impide el deleite, el placer y la diversión. Las tumbas de los Reyes nos hablan de su poder, de sus victorias, de su culto a los dioses; tan solo durante el periodo de Amarna parece humanizarse el arte funerario. Libres de cargas y deberes del Rey, los nobles y altos funcionarios decoran sus tumbas con escenas alegres de sus vidas. Para las culturas anteriores, la muerte conduce a un mundo oscuro y triste. La religión tiene en cuenta los hechos de la vida. Ni siquiera el Dios vivo está libre de juicio. ¿POR QUÉ LA MOMIFICACIÓN DE UN CADÁVER? La momificación está basada en la leyenda de Osiris: Seth descuartiza un cuerpo para impedir su resurrección y es Isis quien reúne los trozos y recompone el cuerpo, lo venda y le devuelve el aliento de vida. Las parte en la que se compone el ser individual son Jat, Ib, Ka, Ba, Ju, Sejem, Sah, Ren y Jaibit. Este es el motivo principal del arte funerario. No olvidaremos que mucho antes del descubrimiento de la momificación, el clima y la arena se encargaban de ello. Existen multitud de cadáveres del cuarto milenio momificados de forma natural y enterrados en posición fetal. En la Necrópolis de Tebas, se descubrió una fosa común con casi un centenar de soldados muertos en combate; seguramente pertenecían al ejército de Mentuhotep. Ninguno de estos cadáveres presentan incisiones que demuestren el vaciado de sus órganos, estos cuerpos están perfectamente conservados. TÉCNICAS Este trabajo era realizado por sacerdotes especializados. Aunque su trabajo era esencial para la religión egipcia, estos sacerdotes no eran bien vistos por el pueblo. Una vez desaparecido los signos de vida, los familiares entregan el cuerpo a los sacerdotes para su momificación. Estudios posteriores realizados han revelado muchas incógnitas. Dice Herodoto que cuando en alguna casa muere un hombre de cierta categoría, todas las hembras se cubren la cabeza y la cara de barro, luego dejan el cadáver en la vivienda, recorren la ciudad junto a los parientes del difunto golpeándose el corazón.Cuando todo esto ha terminado, se llevan el cadáver al embalsamatorio. Allí se hace cargo de él un equipo de gentes especializadas que cuando se hallan ante el cadáver muestran a los parientes diferentes tipos de modelos. El más lujoso se trata de Osiris. Luego les presentan uno de otra clase más económico y ordinario, y un tercero que es el más barato de todos. Una vez concluida la propaganda eligen un modelo y dejan al muerto en manos de los embalsadores. |
EL MODELO DE LUJO Con un afilado cuchillo de piedra cortante, se practica al cadáver una incisión en el flanco y le sacan las vísceras. Cuando se han limpiado y rociado con vino de palma, las pulverizan con especies molidas. Luego rellenan el vientre con mirra pura triturada, finísima casia y todo clase de sahumerios y lo vuelven a coser. Después lo sumergen en un recipiente de natrón, dejándolo allí por espacio de 70 días, pero no más, pues de lo contrario la sosa atacaría demasiado la carne. Pasado este tiempo se saca de nuevo el cuerpo, lo lavan bien y le llenan el vientre con serrín de madera. Los operadores juntan fuertemente las piernas del cadáver, lo cruzan de brazos y lo envuelven. Entonces los parientes se llevan el cadáver a casa, lo meten dentro de un ataúd de madera y lo arriman de pie contra la pared en la habitación del difunto. EL MODELO INTERMEDIO Para el muerto cuyos parientes no quieren gastar tanto se escoge el segundo modelo que debe contentarse con el tratamiento siguiente: Los embalsadores llenan una jeringa con aceite de cedro que inyectan en el cuerpo por el orificio anal que luego obstruyen para evitar la salida del aceite. Después de esta manipulación permanece el cuerpo en el natrón los días correspondientes, y al final de este período dejan que se escurra el aceite, el cual ha disuelto el estómago y las entrañas y los arrastra consigo. Mientras tanto la carne también ha sido atacada en gran parte y disuelta por la sosa, de modo que el cadáver se ha quedado sin piel y sin huesos. Cuando esto sucede, le devuelven el cadáver a la familia. EL MODELO ECONÓMICO El embalsamiento de tercera clase al que recurren los más pobres es el siguiente: Le limpian las tripas, lo adoban con natrón con los consabidos 70 dias, lo secan al sol y sin más requisitos se le devuelve a la familia. Pero cuando fallecen las esposas de los altos personajes, sobre todo si han sido bonitas y pueden ser objeto de deseo, no se entregan inmediatamente para su embalsamiento, sino que se las deja pudrirse, y luego se entrega el cadáver a los embalsadores, pues se supone que entonces ya no corre el peligro de que abusen de ellas.
Si un egipcio, o incluso un extranjero, es despedazado por un cocodrilo o muere en un río, entonces los habitantes de la ciudad a cuyas orillas ha ido a parar el cadáver deben embalsamarlo, adornarlo luego lo mejor que se les sea posible y enterrarlo en tierra bendita.
Nadie tiene derecho a tocarlo. Los sacerdotes del Nilo lo sepultan como si fuese algo más que un cadáver humano. |
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