CATEDRAL DE BURGOS
- Los edificios góticos son más altos y
luminosos (verticalidad). Su estructura se apoya en los pilares, los
arbotantes y los contrafuertes y no en los muros. Se trata de construir un
esqueleto de piedra, que desplaza las presiones hacia el exterior. El muro
es un simple cerramiento que se puede derribar y sustituir por vitrales o
vidrieras.
- Se usaba el arco ojival o apuntado. Es un arco
con forma de punta de flecha que, debido a su estructura vertical, permite
elevar la altura del edificio.
- Utilización de la bóveda de crucería, cuyo
peso no descansa sobre el muro, sino sobre los pilares en el interior del
edificio y los arbotantes y contrafuertes en el exterior.
- Uso de los arbotantes. Es un elemento
arquitectónico nuevo, introducido por el estilo gótico para desplazar el
peso de la bóveda hasta el contrafuerte situado en el exterior. Es decir,
el arbotante hace de puente entre la bóveda y el
contrafuerte. Después se procedía a la colocación de los pináculos en
la unión de los arbotantes con el contrafuerte, de modo que centren las
cargas mediante exageración de la componente vertical. Pero no acaba
aquí la funcionalidad del arbotante. Los arquitectos góticos lo emplearon
también como un óptimo sistema para encauzar las aguas pluviales de la
cubierta superior, mediante canalizaciones dispuestas en su interior, las
cuales solían rematarse con una gárgola desde la que el agua acababa
vertiendo al suelo. Frecuentemente estas gárgolas representarán figuras,
ya sean reales o imaginarias, pero siempre poseerán un perfil alargado que
aleje el chorro de agua de la pared del templo evitando, en lo posible,
las humedades.
- Se abrieron enormes ventanales y rosetones por
los que penetraba la luz al interior del edificio. Los ventanales se
cerraban con vistosas vidrieras de ricos colores. Las mejores vidrieras
del gótico español son las de la catedral de León.
- La planta de los edificios se fue
diferenciando de las románicas. Aunque se conservó la forma de cruz latina,
las cabeceras en vez de ser semicirculares, se volvieron poligonales, la
nave central se construía mucho más alta y ancha que las laterales
y en algunos casos el crucero se adelanta o incluso queda embebido.
Sabías que..,
· El
primer intento de arquitectura gótica se produce en la basílica de Saint Denis
( Francia), perteneciente a la orden benedictina, es propiciado por el abad
Suger, consejero de Luis VI. El abad Suger fue un personaje decisivo en el
desarrollo del arte gótico. Según él, la contemplación de la belleza material
nos permite elevarnos al conocimiento de Dios. Con este pensamiento justifica
las grandes obras arquitectónicas características del gótico.
· Siguiendo
el ejemplo de Saint Denis, en la segunda mitad del siglo XII, se erigen varios
edificios de un gótico primitivo. En la catedral de Laon (1156-1160) y en la de
Notre Dame de París (1163), se ensaya una mayor elevación de la nave central y
la luz se convierte en el elemento dominante, los intentos de mayor iluminación
son constantes. En un principio en ambas se utilizan las bóvedas sexpartitas,
sistema que es abandonado pronto por la introducción de un nuevo elemento, el
arbotante, utilizado por primera vez en 1180 en Notre Dame de París, que
permite dirigir los empujes desde las bóvedas hasta los contrafuertes
exteriores, consiguiéndose la apertura de grandes vanos. En esos mismos años se
inicia la construcción de la catedral de Chartres, que introduce la novedad de
la eliminación de las tribunas sobre las naves laterales y la utilización de
bóvedas de crucería simple.
· A
partir del siglo XIII y tras estos primeros intentos, el estilo gótico se
afianza definitivamente en su fase clásica, las catedrales de Reims (1211) y
Amiens (1220) son los mejores ejemplos del gótico internacional o clásico. En
ambas se utiliza la planta cruciforme.
· El
gótico se convirtió en un arte físicamente peligroso cuando surgió en el norte
de Francia. Una dura competencia surgió entre las ciudades para poseer el
templo más alto.Por ejemplo, los habitantes de Beauvais quisieron superar con
la suya, la altura de las iglesias vecinas. Sin embargo, los esbeltos pilares
de su nueva catedral no pudieron sostener la bóveda y ésta se hundió en dos
ocasiones: en 1247 , al comienzo de las obras, y en 1284, cuando el coro ya
estaba terminado.
En el siglo XVI levantaron sobre
el nuevo crucero, una aguja de piedra de más de 150 metros, la más alta que
hasta entonces existía en Francia ( la flecha sobre el transepto de Amiens sólo
alcanzaba 111 metros). Tal ambición originó una catástrofe: la altísima aguja
pétrea se derrumbó en 1573, causando numerosas víctimas.
Nuevas
técnicas constructivas
Además
del cambio de mentalidad de la época, fueron las nuevas soluciones
arquitectónicas (el arco ojival, la bóveda de crucería, arbotantes, pináculos,
etc.) las que permitieron construir edificios cada vez más ligeros, altos y
luminosos. Los cuatro edificios fundamentales en una ciudad medieval (catedral,
lonja, ayuntamiento y palacios) tenían dos necesidades básicas: espacio y luz,
y la bóveda de cañón no permitía cubrir grandes espacios ni abrir ventanales en
los gruesos muros.
Fueron
los monjes del Císter los que lo consiguieron, a partir de finales del siglo
XII, gracias a la utilización del arco apuntado, llamado también ojival, del
que se deriva la bóveda de crucería, la cual permite desviar los empujes a
contrafuertes externos, que pueden alejarse de los muros gracias al uso de
arbotantes. Eso permitió la construcción de edificios más amplios y elevados,
en los que predominan los vanos sobre los muros
Suelen ser realizados
en piedra, aunque también los hay confeccionados con plomo. Dan una sensación
de mayor altitud al edificio, una de las características de la arquitectura
gótica. Sin embargo, su función decorativa sólo estetitiza la finalidad de
centrar las fuerzas oblicuas que vienen de los arbotantes, utilizando su peso
para añadir fuerza vertical y que las componentes verticales de las fuerzas
recibidas sean mayores que las horizontales, y que por lo tanto la bajada de las
fuerzas hasta los cimientos no desestabilice los muros, evitando generar
esfuerzos de pandeo. Sirve igualmente para reforzar con su propio peso la
resistencia de los contrafuertes sobre los que se asienta, que a la vez
contrarrestan el empuje horizontal de los arbotantes. La necesidad de pináculos
se debe a la mayor altitud de los muros góticos y a su número de aperturas,
mucho mayor a la de los muros románicos. Los góticos, de menor masa y mayor
esbelted, deben contrarrestar fuerzas mayores de las cubiertas. Estas fuerzas
se transmiten a los muros mediante los arbotantes, que son secciones de arcos y
como tales transmiten fuerzas oblicuas. Sin los pináculos, las componentes
horizontales excesivas de las fuerzas oblicuas descentrarían las cargas (el núcleo
central no coincidiría con el centro geométrico de la sección del muro), con lo
cual el sistema se desestabilizaría y el edificio podría derrumbarse en el peor
de los casos, o combarse sus muros en el mejor, mediante el fenómeno del
pandeo. Por esta razón los pináculos aparecen sobre los puntos en que los
arbotantes se encuentran perpendicularmente a los muros.
uy
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