El gótico surgió en Francia hacia
el siglo XII. Desde allí se extendió por toda Europa Occidental. Es el arte
predominante en Europa desde los siglos XIII al XV.
Es un arte fundamentalmente urbano, propio de una sociedad que estaba rompiendo con el feudalismo. El edificio más representativo del gótico es la catedral, que se va a convertir en el símbolo de poder y riqueza de la ciudad. Otros tres edificios representativos del gótico fueron las lonjas, los ayuntamientos y los palacios.
Es un arte fundamentalmente urbano, propio de una sociedad que estaba rompiendo con el feudalismo. El edificio más representativo del gótico es la catedral, que se va a convertir en el símbolo de poder y riqueza de la ciudad. Otros tres edificios representativos del gótico fueron las lonjas, los ayuntamientos y los palacios.
- Las iglesias necesitaron mayores espacios para
acoger mayor número de fieles; por eso se multiplicaron las catedrales.
Aunque existen importantes catedrales románicas, el esplendor de la
arquitectura catedralicia llegó con el estilo gótico, fruto del resurgir
de la vida ciudadana. Las grandes catedrales góticas fueron costeadas
generalmente por la nueva clase social, la burguesía, para su gloria y la
de su ciudad.
- Los comerciantes necesitaron edificios en los
que reunirse para valorar las mercancías, intercambiarlas y venderlas al
por mayor: las lonjas.
- El municipio necesitó un lugar apropiado para
sus reuniones y desde donde dirigir la vida de la ciudad: el ayuntamiento.
- Y los nobles y ricos burgueses construyeron
palacios donde vivir.
Así, los cuatro tipos de
edificios más importantes en una ciudad medieval eran: la catedral, la lonja,
el ayuntamiento y los palacios.
A partir del siglo XIII, Europa se llenó de catedrales. El resurgir de las ciudades junto con un espíritu religiosos más abierto, fomentó la construcción de edificios más altos y luminosos. Los habitantes de las ciudades deseaban iglesias más altas, con grandes ventanales y rosetones, que dejaran pasar la luz.
Obispos, reyes, nobles, burgueses
así como muchos fieles que deseaban purgar sus faltas a cambio de una donación
a la iglesia, patrocinaron la construcción de estas grandes catedrales.
Los picapedreros, los artistas de la piedra artífices
de las portadas románicas, siguieron trabajando, incluso con más entusiasmo y
eficacia. Las fachadas góticas exigían aún más conocimientos técnicos. El
invento de las gárgolas, fantásticas figuras de piedra en los puntos de desagüe
del tejado, permitió el desarrollo de la imaginación y la creatividad de los
escultores.
Y mientras los pintores murales,
ya sin espacio para sus frescos, perdían importancia a favor de los pintores de
retablos, surgían nuevas profesiones artesanales o se desarrollaban otras ya
existentes, debilitadas por falta de pedidos y actividad. Es el caso de los
vidrieros, en especial los venecianos, que se ocupaban de todo lo relativo a
los vidrios de colores, montados sobre estructuras reticulares de plomo y
destinados a cubrir, sin cegarlas, las aberturas de los rosetones y grandes
ventanales.
Otros oficios revalorizados
entonces fueron el de los herreros expertos en artísticas rejas metálicas para
limitar el coro y determinados altares; el de los carpentarius, talladores de
la madera, artífices de las sillerías del coro, de los baldaquines y puertas de
entrada; el de los imagineros, autores de los crucifijos y de las estatuas de
vírgenes y santos que presidían los altares; el de los orfebres, que elaboraban
con metales nobles y piedras preciosas los cálices, sagrarios y relicarios; el
de los fundidores del bronce, responsables de grandes campanas como el
famosísimo Bourdon parisiense, que desde las altas torres de los templos,
ordenaban la vida social de la comunidad.
Así surgieron en Francia, entre
otras, las grandes catedrales góticas de Laon, París, Chartres, Reims, Amiens y
Estrasburgo. En Alemania, las de Magdeburgo, Friburgo y Colonia, así como
espectaculares ayuntamientos como el Rathaus de Munich. En Inglaterra, las
catedrales de Canterbury, Lincoln y York.
En la Europa meridional, el clima
y otras condiciones geográficas no facilitaron una reacción tan intensa contra
el arte románico. La luz no hacía tanta falta en el interior de los templos.
Pero, aunque concluidas más tarde, se construyeron también grandes catedrales
góticas en Italia, destacando la de Milán, y en España, Burgos, León, Toledo,
Barcelona, Sevilla, Salamanca, Palma de Mallorca, son buenos ejemplos.
Sabías que...
En la catedral de Chartres, en Francia, cada 21 de
junio , día en el que empieza el solsticio de verano, un rayo de sol atraviesa
un estratégico huequicito en una vidriera para ir a caer sobre una losa blanca
precisa, distinta a las demás. En esa piedra blanca hay incrustada una espiga
dorada. Una espiga de oro era venerada en el templo de Eleusis en la Grecia
Antigua, en honer de Ceres, diosa de la agricultura. Conviene saber que la
estrella Spica (espiga) al aparecer en el horizonte, marcaba el momento de la
cosecha del cereal. La estrella Spica está en la constelación Virgo (Virgen) y
la Virgen es el símbolo por antonomasia de las catedrales góticas: la mayoría
de ellas consagradas a Nuestra Señora (Notre Dame) cuya figura domina a menudo
el parteluz de los pórticos góticos.
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